No
quiero cambiar, ni por ti ni por nadie.
Un
muro de piedra caliza no puede moldearse con viento.
No
soy como un barco perdido a la deriva,
Yo
estoy seguro de lo que soy, tengo mi destino fijo,
A
diferencia de ti, pluma de gaviota flotando en la brisa,
Sorteando
el agua salada,
Maleable
en destino.
Si
para que me quieras, tengo que ser pluma,
Permíteme
te niegue tan ilusa propuesta.
Permíteme
quedarme ser muro seguro, inamovible,
Porque
a mi han de llegar muchas plumas como tú,
Que
chocaran queriendo cambiarme.
Yo
te permito sigas flotando en el viento,
Queriendo
moldear tú destino a punto de roces insignificantes.
Anda
vuela, cae al agua salada, conviértete en coral o en piedra,
Que
aquí estaré, siempre inmutable,
Esperando
pacientemente la piedra que me complete.
Hernán E. Urrutia L. 2009
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