lunes, 22 de octubre de 2012

Tristeza


Ya son tres años y no olvido su rostro,
Su fría figura en la mesa,
Esperando a que un forense
Termine su obra.


En sus entrañas frías reina el silencio,
Donde antes un corazón latía,
Y en su vientre,
La esperanza de un futuro que no fue
Grita con su muerte
El reproche por la ayuda que jamás llego.


Tal vez nadie escuchó su llanto
Ahogado en la presión de su injusticia
Tal vez nadie quiso escucharlo
Sordos vestidos de blanco
Manejados por un gigante indiferente.

Un gigante viejo y deformado
Impotente en su gloria
Oxidado en su pena
Asesino en su obra.


Orgulloso en sus logros que son pocos
En sus hospitales olvidados
Con galenos explotados
Con insumos agotados
Interpretando a su gusto la muerte
En estadísticas frías
Como las madres a quienes dieron la espalda
Y que hoy acompañan a sus hijos en la muerte.


Jamás supe su nombre,
La llame tristeza,
La llame injusticia,
La llame indolencia
El forense la llamó eclámptica con síndrome de HELLP
Mientras su ayudante anotaba inexpresivo
Casi de memoria,
Como si fuera una película antigua y triste
Que ha visto tantas veces y ya no le interesa
Como si no se tratara de un diagnostico,
Sino una sentencia, una pena capital dictada
Por el pecado de quedar embarazada.



José Luis Obando


Quiero agradecer a J.L Obando por su colaboración, realmente un escrito muy interesante, esperamos seguir contando con mas de su parte. 

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