Solo lo dejare salir, esa vez no como bandada de flechas
recorriendo tus caminos húmedos.
Esta vez dejare salir el sonido amargo dulce que recorrerá
hasta tus oídos y permanecerá por mucho entre el infinito incomprendido de los
recuerdos.
Y es este desbalance, esta desigualdad, comparación hacia la
nada, que no debería existir, pero que existe.
Lo hace y permanece, permanece y devora, todo lo ocupa. Me
ciega, atrapa, sin razón me deja, botado, oscuro, más bien casi claro.
Inminente la solución como un relámpago hiriente se
presenta, y deja su herida, dolorosa, única, incurable, lúcida e
innegable. ¡Como quisiera no fuera tan
cruda y real!
Sensación de muerto mil veces pero sin haber resucitado, en
la mirada profunda y en el caminar pausado se demuestra lagrimas del alma.
Hernán E. Urrutia L.
No hay comentarios:
Publicar un comentario